Pensamos que a
cualquier ilusión, inquietud o trabajo hecho con cariño, hay que
darle “aire”: de nada sirve la joya en fotografía, el cuadro
tras la pared o las palabras guardadas en el silencio.
Todos tenemos un poco de exhibicionistas, mirones, artistas –más
o menos toscos o creídos-, osados y críticos.
Es por esto, y porque queremos compartir nuestros “alimentos”, hemos
abierto en nuestra página el apartado “gastronómico”:
La Alacena.
En ella encontrarás un poco de todo, y sus puertas están abiertas
para que participes ayudando a completar anaqueles y haciendo disfrutar a los
demás con tu aportación.
¡Hay que
dar el perfume
que encierran nuestras almas!
Hay que ser todo cantos,
todo luz y bondad.
¡Hay que abrirse del todo
frente a la noche negra,
para que nos llenemos de rocío inmortal!